¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…? (Ibn al-Mu'tazz)



sábado, 9 de julio de 2011

Sab´a




Los profetas no sobrevivirán a vuestra mirada interior.

Pues ellos se basan en la palabra que pronuncian
y que copa vuestras ausencias
y se aprovechan de la palabra que no construís.

Pues la palabra, para ser auténtica, tiene que ser hecha
en el alfar de la voluntad
en las llamas de las ideas
y en la fuerza de la decisión
que es necesario que cundan en la ciudad de lo insustituible
que debéis habitar.

Desviad los ojos que os sustituyen
y contemplad cómo germina vuestro paisaje.
No es vuestro destino ser tomados a saco
ni ser suplantados por los propietarios del vocerío.

Si vaciáis su territorio no tendrán donde predicar
sus vanidades.

2 comentarios:

  1. Eso implica elaborar un pensamiento propio, esfuerzo que al parecer resulta tan humano, que la mayoría de los hombres se han olvidado de hacerlo.
    Saludos, y un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Un saludo, Carlos.

    Sin pensamiento propio pasaríamos por la vida como un Estar pero no como un Ser. Nunca lograremos sino una parte de él. Pero el esfuerzo y la voluntad por perseguirlo nos proporcionará la recompensa.

    No hay otro objetivo ni otro bienestar.

    Vuelve cuando gustes.

    ResponderEliminar