¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…? (Ibn al-Mu'tazz)



lunes, 30 de agosto de 2010

Casida Zain


La luz de la lámpara se crece

y la pluma se hace fuerte entre mis manos.

¿Quién podría decir que aquellas líneas curvas
que revolotean sobre un árbol desnudo
no son sino los trazos de mi corazón?

El pulso firme, ¿acaso denota imposición severa
o es el garante de que el poeta de la caligrafía
se desplaza en la dirección acertada?

Que no engañe la justa parada del punto en que la línea se desdobla
y se dispone a saltar en giros verticales,
como las cobras de las ciudades perdidas o los alacranes del desierto.

Una palabra, un paisaje, un ser.

Enternecido por la enseñanza antigua de mi padre,
que me proporcionó esta satisfacción de por vida.

2 comentarios:

  1. Los sentimientos vuelan con ganas, incluso sin alas.

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    1. Los sentimientos tienen vida propia dentro de los cuerpos que habitan.

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