Te abres de par en par
al destello de los astros que viaja desde lejos
para prender en ti.
al destello de los astros que viaja desde lejos
para prender en ti.
Recibes esa pizca de luz insignificante que te corresponde
con dolorosa satisfacción.
Pequeños mundos que no viste jamás se despliegan.
Te parece tan inabarcable la extensión
que crece incesante a tus pies.
¿Sabrás recorrer con acierto la senda de lo imprevisto?
Pero la luz es fuego cuando invade la materia
que porta tu nombre.
Y temes la humilde llama que devora
la consistencia de tus últimas raíces.
con dolorosa satisfacción.
Pequeños mundos que no viste jamás se despliegan.
Te parece tan inabarcable la extensión
que crece incesante a tus pies.
¿Sabrás recorrer con acierto la senda de lo imprevisto?
Pero la luz es fuego cuando invade la materia
que porta tu nombre.
Y temes la humilde llama que devora
la consistencia de tus últimas raíces.
Desmontando todas las figuras.
Frenando la vorágine de las palabras.
Menguante en las furias pero incapaz de mermar en el deseo.
*Fotografía de Martin Stranka