Busco el secreto del nuevo aprendizaje:
después de que mi boca y mis manos y mi cuerpo todo
sujetaran los pechos de otro cuerpo
y se hundieran en él para nacer de nuevo
después de que todas las palabras que me iban llegando
con dos tonos dos cadencias dos silencios
me mecieran en su armonía delicada
después de que mis piernas sostuvieran
mi fragilidad nerviosa
concediéndome una independencia irrenunciable
¿cuál era el secreto del aprendizaje que iba a tensar mi ser para siempre?
la noche es profunda y el fuego crepita y los aromas de cocina
envuelven a los personajes
eras cuanto había en ti padre mío
y todo te había sido dado por ti mismo
y sin apenas haber tenido nada antes
todo lo habías estado haciendo para mí
has tomado mi mano diminuta has invocado algo que llamas letra
luego juntas una letra con otras y la nombras palabra
y tu mano delgada pero suave conduce a la mía
por un territorio sorprendente de nuevos gestos
mano y voz gesto e imagen movimiento y parada
todo el mundo se reduce a unas letras tras otras
¿se reduce o se amplía?
dices gato y yo repito
escribes gato y yo miro sin entender un dibujo que no es un gato
pones entre mis dedos una herramienta extraña
que más adelante será parte insustituible de mí
y presionando mi mano con ella dibujamos signos extraños en un papel
una y otra vez y de nuevo y así seguidamente
me enseñas unos trazos
un ejercicio una dirección un significado
el valor del tesón
¿dónde se esconde el gato tras aquel dibujo de letras como lo llamas?
una mano sobre otra mano dibujan con un segundo rostro al gato
desde entonces el animal no será nunca tal
por mucho que maúlle
sin su nombre escrito
y un día cuando no me lo esperaba
dejas mi mano suelta y yo me pierdo en el bosque de letras
y sigo perdido
Imagen de Chema López