¿Dónde está mi viejo amigo?
Podría decir que he venido desde lejos a buscarle
para aliviar su melancolía
y que no he llegado a tiempo.
Pero mis palabras serían indignas
y cometería una necedad si me propusiera ahora salvarme
con una decisión que me faltó desde hace tiempo.
con una decisión que me faltó desde hace tiempo.
De nada sirve que saque una voz que ahogué en el silencio.
Sin que nadie me oiga te preguntaré:
¿Dónde estás, viejo amigo?
No te atreverías nunca a decir
que te fuiste al destino de las hojas del otoño.
Te buscaré en cada uno de esos espejos dorados
siquiera para saber algo más de mí mismo.
Te buscaré en cada uno de esos espejos dorados
siquiera para saber algo más de mí mismo.
* Fotografía de Angèle Etoundi Essamba