Sólo una caligrafía aparta mi mirada de los textos
en los que me recreo: el trazo exacto y profundo de tus ojos.
Y en ellos leo las letras de la red que me atrapa. Por ellos
entro en el torbellino en que mi ser desvanece.
A través de su negrura veo la luz.
Y con su brillo me abro y mis espacios deshabitados
se recomponen y nada es ya circular.
Absórbeme desde tu alma desierta. Traspásame.
Ocupas mi irreversible caminar.
Acaso el enigma menos descifrable, la mirada.
ResponderEliminarEl perfecto paréntesis entre lo pensado y lo existente..irremediable necesidad la de abismarnos en otros abismos. Cofre de sorpresas...insondable.
Gracias por estar ahí. Lo sigo leyendo.
M.A.O. Te he escuchado atenta y emocionadamente.
EliminarSoy receptivo a tus comentarios. Gracias a ti.
Dicen que los ojos son el punto exacto en el que se mezclan alma y cuerpo, el testigo mudo que traslada todo aquello que se calla. Interpretes de las palabras y confesores de batallas que creemos dar ya por finalizadas.
ResponderEliminarVentanas, son ventanas.
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