Dime, ¿cómo se aprende el amor?
El amor se aprende cuando desapareces
ante tus propios ojos.
Puede ser durante una tarde solitaria y extensa de verano
o en el patio de la vecindad a la caída de la noche.
Puede ser cuando bajas hasta la orilla del río
donde las muchachas se prenden de sus jolgorios
o en el cuarto que hay bajo la escalera.
Puede ser de improviso en una calle
o compartiendo la lectura de los viajeros de Oriente.
Las luces son tibias y el calor cerca las mentes.
Privado en el silencio de la casa
oyes de pronto una voz sofocada que se acerca
y un jinete desnudo se detiene ante ti
azuzando sombras que le ocultan a otras miradas.
Te dice: sígueme.
Y tú, deslumbrado y perplejo, te resistes a replicarle.
¿Y mi corcel?, le contestas por fin.
Te cederé el mío.
Y tú, entonces, ¿cómo avanzarás?
Yo soy tú, en quien no te reconoces todavía.
Tomarás las bridas como si fueras yo mismo.
Pero ignoro dónde debo dirigirme, insistes temeroso.
El audaz nunca sabe dónde va a llegar.
El decidido no se rinde antes de situarse al borde.
El que vive la vida como aventura no se resigna.
Quien se pregunta una vez lo hará mil veces más.
Porque no hay respuestas definitivas
ni la experiencia es una matemática que resuelve
los ejercicios de la vida.
¿Y si me agoto antes? El esfuerzo es grande
y sospecho que el camino resultará largo y solitario.
Pero el jinete no quiso responderle.
Agitó el caballo y aseveró:
Nada debe cesar mientras no se aprende el amor.
Sube.
*Fotografía de Angèle Etoundi Essamba
Súbete, no lo dudes, cabalga o al paso, en cualquier recodo el amor.
ResponderEliminarBesito.
Se va aprendiendo, Natàlia. Gracias por acercarte una vez más-
ResponderEliminarTe echaba de menos....
ResponderEliminarEl amor es extensivo,no limita ni acota; se expande como el aire y besa todo cuanto toca.El amor es no ser para poder ser de todo y de todos.
Solo cuando se ha carecido de él se sabe de él.
Es un sencillo acto de renuncia hacía si mismo, para obtener el mayor placer. Ver tu amor reflejado en los otros.
un abrazo
el jinete tenía claro el destino,
ResponderEliminarsaludos
Genetticca. Deberías dedicarte a hacer un tratado sobre y para el ars amandi, como decían los antiguos. Por cierto, hay unos cuantos, de mano latina o medieval. El collar de la paloma, de Ibn Hazm o El libro de la flor, de Ibn Dammud, van de eso; alta calidad.
ResponderEliminarEs bonito lo que dices, no obstante no es frecuente an la vida.
Un abrazo.
Omar, solo cabalgando se llega a destino. Gracias por acompañar, me honra tu presencia.
ResponderEliminarEl amor se aprende cuando duele mucho y podemos superarlo y poder mirar aquello que dolió con una sonrisa. Bellísismos tus versos!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Sara, lo que dices es largo y profundo. Me lo anoto. Gracias por el estímulo de tu coment.
ResponderEliminarVuelve cuando gustes.
Precioso, lúcido, bien dicho, poético sin pretensiones, me conmovió; yendo al profundo sentido de la existencia, ese que se olvida a diario. Sin duda, el Amor requiere de aprendizaje, un aprendizaje que ha de aplacar el ego y su egoísmo, el miedo y sus secuelas paralizantes o violentas y tantas otras emociones que nos limitan.
ResponderEliminar"El amor se aprende cuando desapareces
ante tus propios ojos"
Tal cual. ¡Cuanto nos cuesta, cuanto le ha costado a la humanidad!
Un fraterno abrazo desde el confín austral!
Eva, tus palabras propician que discurras y escribas también sobre ello en tu blog. Sería muy interesante. A la Humanidad siempre le costará ese esfuerzo, porque hay una sucesión de individuos nuevos constantemente, que no cesa, que deben probar por sí mismo lo amargo y lo dulce del vivir.
ResponderEliminarSalud para los andinos. Un abrazo.
Cuánto nos cuesta aprender a amar, Y cuando creemos que ya hemos aprendido suspendemos.
ResponderEliminarPoderoso como las fieras y sin embargo frágil como el más fino de los cristales.
Hermosos tus versos
Beatriz, según te leo intuyo que tu sabiduría. Luego has aprendido, y, como todos, hemos desaprendido. Habría qué preguntarse entonces: ¿qué es desaprender? ¿O es desaprendernos?
ResponderEliminarNo creo ni en vencedores ni en vencidos, y menos en que nos posean dentro del ser interior que llevamos cada uno. Relativicemos. Deberíamos andar sin complejos, precisamente por lo que señalas: somos reflejo de esa fragilidad de cristal con la apariencia de la fuerza. Extraña amalgama que nos permite seguir huellas de aprendizaje.
Eres muy amable; gracias por aportar.
Y el amor no se deja nunca de aprender.
ResponderEliminarAcertar, equivocarse, amar, experimentar en el juego de la vida, donde nada está escrito, donde podemos cambiar nuestros pasos y volver a aprender...y a amar.
un abrazo.
Hermosa reflexion!!! Me ha encantado tu blog...te sigo, si me lo permites.
ResponderEliminarBendiciones
Mariola, supongo que como en todas las facetas. A veces sublimamos el amor, pero no creo que nuestra capacidad racional o intelectual vayan más a la zaga. No obstante, estoy de acuerdo. En el amor y en todo lo que importa es el aprendizaje...que no cesa. Lo arduo reside en las discordancias y desajustes que se producen cuando no hay entendimiento.
ResponderEliminarVeamos, pues, el tema desde una perspectiva siempre correctora y reemprendedora. Por nuestra salud.
Un abrazo.
India, por supuesto que puedes seguir y quedarte en este espacio. Y se admiten sugerencias sean cuales sean los puntos de vista.
ResponderEliminarGracias por pasar y bienvenida.
¡Qué hermoso recorrido de aprendizaje! No hay asombro ni intranquilidad, como si siempre se hubiese esperado y, de alguna manera, se supiese su llegada...
ResponderEliminarTus textos requieren más de una lectura, profundizan, desmenuzan, preguntan, sugieren...
Celebro muchísimo haber encontrado tu espacio, y despacio, sin prisas, pienso recorrerlo detalladamente, página a página y verso a verso. Ya dejaré mi huella para que lo sepas, si no hay oposición por tu parte.
En el del corro de niñas me quedo un rato cantando, con tu permiso, ¡son tan lindas sus palabras y tan intenso el deseo!
Un abrazo nocturno y gracias por escribir con tanta sabiduría.
Mafalda, bienvenida y reposa aquí cuanto gustes. Por supuesto, ninguna traba a que expongas tus puntos de vista o impresiones. Este espacio desea ser libre y que sea tomado por cuantos se asomen a él.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD. Solo escribo con el bagaje de la edad, de la duda y de la curiosidad impenitente.
Gracias, me gusta la postdata, el bagaje de la edad es un buen tanto, pero lo es más el de la curiosidad y la impenitencia.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracia por entenderlo, Mafalda.
ResponderEliminarCierto: el amor es sin respuestas. Lo vive cada uno, sube en el potro de su riesgo, y ase hace a su propias andaduras de amor. Grato estar aquí. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, y también es un interrogante perpetuo. Eso es lo bueno. Lo describes muy bien, me gusta.
ResponderEliminarVuelve cuando gustes. Un abrazo.
Simplemente, magnífico!
ResponderEliminarCelebro haber llegado hasta aquí...
"Nada debe cesar mientras no se aprende el amor."
Un abrazo en la poesía y en la vida.
Reflexivo, profundo. Lleno de ingenio, poesía
ResponderEliminar"yo soy tu en quien no te reconoces todavía"
Leerte, un verdadero un placer
Saludos
El amor no se aprende...solo se siente.
ResponderEliminarmi blog es:
elblogdemaku.blogspot.com
si te gusta podemos hacernos seguidores.
María, bienvenida, y puedes pasearte cuanto gustes.
ResponderEliminarGracias por ese abrazo, necesidad tiene la vida de poesía, aunque ésta es un arma de dos filos, ojo.
Pilar, búsqueda y receptividad, diría, aunque parezca que uno vive en soglos pretéritos. Tal vez no han cambiado tanto ciertas cosas.
ResponderEliminarVaya, Inma, veo que te gusta teorizar sobre el amor; cuidado, que es un animal que no se deja sujetar fácilmente.
ResponderEliminarMe paso a ver tu blog. Gracias por aparecer por aquí.
Hondo poema, tal vez el amor se aprende amando y desamando, pero siempre amando, con todo lo que requiere comprensión, perdón, dádiva... Me encanta como escribes.
ResponderEliminarJulie, gracias por pasar y comentar. El amor, como otras facetas y propiedades humanas se aprende, obviamente. Pero implica los dos rostros; acaso el secreto es reconocer-se en los límites.
ResponderEliminarVenho agradecer seu registo no meu
ResponderEliminarblogue http://intemporal-pippas.
blogspot.com
Já fiz o mesmo no seu.
Voltarei com mais tempo para conhecer
melhor seu blogue e espero que pos-
samos visitar-nos mutuamente.
Um abraço
Irene Alves
Silenciosa, Obrigado. Un abraço.
ResponderEliminarTodo en la vida es apostar.
ResponderEliminarUn saludo
Que a veces lleva un juego medido y otras se echan órdagos. Riesgo siempre. Gracias por pasar, Atodas.
ResponderEliminarEn retribuición, estoy seguindo su blog.
ResponderEliminarSu blog, es mucho hermoso
Besos y abrazos, brasileños
Souza, agradezco tu amabilidad. Un abrazo.
ResponderEliminarOlá !
ResponderEliminarparabéns pelo blog, é um encanto!
Lindo e muito reflexivo :D
Estou seguindo vc tb, amei cada pedacinho daqui.
Tenha uma ótima semana, cheia de luz, sucesso e felicidade!
Grande Beijo
;**
Gabi
(www.gabs-13.blogspot.com) - Senzafine
Benvenuto, Giancarlo.
ResponderEliminarGaby, obrigado pela visita, você é muito gentil.
ResponderEliminarBelo poema! Dele levarei para saborear e meditar o resto dessa noite estes versos magníficos:
ResponderEliminar"El amor se aprende cuando desapareces
ante tus propios ojos."
Beijos
Anga, desfrutar de um poema é tão sensorial...
ResponderEliminarObrigado, beijos.
Sombreado, !!qué pregunta más dificil te haces y te respondes tu mismo.¡¡
ResponderEliminarNo obstante está bien en esforzarse,aunque sea vanidosamente en tu aprendizaje.
Besos.
Muy bonito quedan tus escritos.
Saludos.
Muchas gracias, Amapola. Aunque las preguntas y a veces las respuestas procedan de uno mismo, creo más bien que siempre parten del exterior. Al menos los elementos que los conducen a preguntar y con mayor esfuerzo a encontrar respuestas. Toda una vida en ello, vamos.
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