Entre todas las voces
unas son ruido
y no lo escuchas.
Otras un susurro
que cosquillea dulcemente
tus entrañas.
Hay aquellas a las que llaman
palabras
y que te van enseñando poco a poco
a pronunciar.
Pequeñas sílabas
ensalivadas
que repites una y otra vez
para sujetarte a todas las puertas
que se van abriendo
y cerrando según pasas.
Imagen: Keith Carter
La palabra como apoyo, como defensa en un mundo inmenso y ruidoso que un día cualquiera nos expulsará de su lado para siempre.Lo efímero de la vida se refleja en esa última estrofa.
ResponderEliminarSaludos.
Entre el aprendizaje y el uso múltiple y cotidiano hacemos el recorrido, siempre aprendiendo algo o concediéndole nuevos sentidos, y más profundos, a la palabra. Que no pierda ésta nunca aquella primera emoción.
EliminarEl tiempo no da tregua y sigue, sigue su paso abriendo y cerrando puertas, por donde van transitando, esas palabras a las que haces referencia en este bonito poema.
ResponderEliminarUn saludo
Luz
No da tregua no, y a veces uno lamenta lo efímero. Las palabras nos hicieron creer un día que íbamos a ser eternos. Gracias por expresar tu opinión.
EliminarVeros profundos hermoso y el último me encanto si cerramos puertas pero también por debemos arriesgarnos a vivir de verdad , la palabra se hace carne, se hace verbo y debemos vivirla y sentirla , precioso trabajo , un saludo cariñoso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por pasar y leer, Beatriz. Saluda al mar plateado.
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